29 sept 2010

Sophia y Fabian abrazados

La culpa es de otro...?

A menudo escucho quienes dicen que vivimos en crisis. A menudo oigo hablar de problemas sociales y de "que las cosas estan mal, y cada vez peor". En su esfuerzo teórico por encontrar razon a este malestar general que estamos viviendo en Venezuela, unos cuantos atinan a culpar a Chavez del asunto... y por ahi muchos se enrumban... Antes fue Caldera, antes fue CAP, antes fue Lusinchi... pero eso no importa, ahora es Chavez... ese coño de su madre!!

... o los gringos, o el liberalismo, o la iglesia, o los oligarcas... o el ratón perez.

El asunto es que SIEMPRE EL CULPABLE ES OTRO, no yo.

El coño de madre es el otro, yo no.

Algo muy particular nos caracteriza a los venezolanos: hemos desarrollado una moral y una teoría de vida en la cual colearse está mal si lo hace el "carajo" que se colea frente a nosotros, pero no está mal si se colea detrás de nosotros o es nuestro amigo. Un sistema de valores en el cual, como dice Laureano Marquez, el que maneja el carro de atrás es un coño de madre y el que maneja el carro que está delante de nosotros es un guevón. Pero nunca nosotros.

Dentro de ese sistema religioso - teórico que hemos desarrollado, está la idea de que la culpa de nuestros males es de un otro que no tiene que ver con nosotros, que nos han jodido y nosotros lo que hemos hecho es trabajar de sol a sol, que las cosas no salieron como tenian que salir y nosotros tenemos que pagar los platos rotos de otros...

De la misma manera:

- Botamos basura en la calle pero nos quejamos de que petare es un asco.
- Sobornamos a un fiscal para que no nos detenga el automovil o nos "tumbamos" una caja de CD's vírgenes de la oficina pero condenamos a muerte la corrupción en el gobierno.
- Queremos mano dura y asesina contra el hampa, queremos -pena de muerte- pero si el "choro" es familiar nuestro, entonces los policías son unos asesinos..
- Tememos a la delincuencia pero queremos enviar a los delincuentes al único lugar que se especializa en formar delincuentes perfectos, altamente entrenados y motivados: La Carcel.
- Nos quejamos de nuestros presidentes pero los elejimos sin saber absolutamente NADA de ellos, solo porque nos caen bien (fenómeno Chávez).
- Nos quejamos del tráfico, pero manejamos como unos soberanos animales.
- Nos arrecha que nos mientan, pero le decimos a nuestros acreedores que no tenemos dinero porque nuestra tia, la mayor, sufrio un ataque al miocardio cuando en realidad la tia se murio hace 14 años.
- Nos arrecha que nos mientan, pero creemos en la publicidad, y compramos las vainas de telekompras (informerciales).
- Nos preocupa el futuro de nuestros hijos, pero los dejamos ver telenovelas.
- Sentimos que tenemos derecho lo mejor de lo mejor siempre, pero pensamos que 10 es 10 y lo demás es lujo.
- Sabemos que el cigarro mata pero fumamos.
- Nos quejamos de que estamos pelando bolas pero llegamos a casa con dos pares de zapatos nuevos a pesar de que hay más de 20 pares de zapatos en el closet.

La culpa es siempre del otro.

Pues no. Ni es del otro ni es culpa. No estamos mal, esto no es un error. Somos asi. Somos los magnates de 15 y ultimo, los abogados del diablo si el diablo es nuestra familia, somos los gorditos bonchones, carismáticos y hospitalarios, somos impuntuales, somos trabajadores, somos corruptos, somos compinches, somos palancas, creemos mas en la magia que en la reflexion, queremos que nos salven y no salvarnos nosotros...

Pero no te arreches, el hecho de que no seamos como los gringos o los suizos no nos hace peores o mejores. No tenemos crisis. tenemos la televisión, tenemos el país, la democracia, el gobierno y los gobernantes que tenemos que tener, que queremos tener.

16 sept 2010

Sophia y Fabian abrazados

Consciencia y la cultura venezolana

He de empezar con la primera afirmación que, a pesar de su precipitación y aparente dureza, será completamente detallada y explicada a lo largo de este desarrollo: Votar no solucionará ninguno de los "problemas" de Venezuela. ¿Por que?, porque el o los problemas no están radicados en los políticos, el problema no radica en la corrupción a nivel gubernamental, el problema no es de malos y buenos, de explotadores y explotados; el problema, entonces, no es de elección. El problema está radicado en la consciencia y en la cultura venezolana.

En este artículo pretendo demostrar por qué el votar es un acto egoísta, así como todos los actos referidos a la política en Venezuela, sea desde el ámbito gubernamental o desde el ámbito cotidiano. Así mismo pretendo demostrar por qué nuestro sistema electoral no es funcional para nuestra situación histórica y está caracterizado por la falta de perspectiva por parte de muchos y por el interés personal de poder en otros pocos.

Por qué no nos funciona la democracia:

Actualmente, todo el mundo puede detectar un ilimitado número de problemas y de culpables en la situación venezolana. Una unánime crisis llena nuestras noticias y comentarios diarios; una crisis a la que estamos acostumbrados y peor aún, a la que le estamos sacando provecho personal, cada uno de nosotros. Esta crisis es tan confusa y tan difuminada que todo el mundo puede darle un color diferente, una causa, un transcurso y un diagnóstico diferente.

De ésta variedad de criterios pueden sacarse dos conclusiones: una probable y otra segura: 1.- Nadie está realmente claro acerca de qué está pasando en el país y 2.- NADIE puede ponerse de acuerdo al respecto.

Analicemos qué quiere decir el hecho de que no nos podamos poner de acuerdo respecto a la crisis venezolana, sus factores, sus causas y su curso: Algunos dicen que es la educación o falta de ella, la que tiene a este país como está, otros dicen que es que no existe la ley, otros, que si pero que nadie la sigue, otros echan la culpa al gobierno, ya que en el "se encuentra anidada la corrupción", la cual "empobrece al país y no lo deja progresar"; otros, en acto de xenofobia endosan parte de la crisis a los inmigrantes. Al final, todos dicen: "por eso es que este país está asi".

Tenemos pués una situación en la cual siempre se cree que es EL OTRO el que tiene la culpa. Un otro que no existe concretamente sinó que es producto de un concepto, una representación social. Una representación que nubla el entendimiento de la situación relacionando hechos y globalizando situaciones, creando nuevos problemas. El factor importante de éste hecho se puede nombrar de esta manera: "IDEOLOGIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA": Todos estamos pensando que vivimos en un sistema democrático, pero nadie sabe a ciencia cierta lo que esto significa.

El factor común en el momento de analizar la crisis venezolana, es el atribuirle a un "OTRO" las causas y la responsabilidad de la crisis, creyendo por consiguente que es ese OTRO el que tiene que resolverla. Es evidente entonces que se está olvidando en primera instancia el hecho de que la democracia significa per se el gobierno de un pueblo para sí mismo: esto significa UNIVOCAMENTE que la responsabilidad de el bienestar de un pueblo recae en él mismo, sin derecho de adjudicarselo a OTRO. Esto significa que somos TODOS y cada uno de nosotros los responsables de esta crisis; aún así muchos de nuestros compatriotas no pueden darse cuenta del asunto y concebirlo de esa manera."Nosotros" significa nosotros Los venezolanos, como venezolanos, no como personas, o sea, como pueblo, como grupo de personas que conviven y comparten su destino, sus beneficios y sus dificultades.

¿Por qué no somos dignos de una democracia? ¿por qué no la podemos mantener?

1.- Porque no sabemos lo que queremos: Como pueblo, como grupo de personas, no tenemos ni un destino común, ni una manera unánime de planificar y lograr el bienestar comunitario o global . No existe un consenso de cómo queremos que sea nuestra educación, de cómo queremos que sean nuestros hijos, de que tipo de política queremos; no tenemos ni idea de lo que es una buena educación porque no la recibimos. Simplemente , porque NO SABEMOS acerca de nuestra situación histórica, No sabemos quiénes somos, no sabemos cómo somos. No sabemos lo que es una vida democrática.

DEMUESTRO POR QUÉ:

Vamos a situarnos en un ejemplo cotidiano pero muy ilustrativo: imaginemos una situación de tránsito citadino en la cual nuestro automóvil está en frente a un semáforo que está en rojo; la cola de automóviles es tan larga que llega hasta pocos metros frente a nosotros, obstaculizando el paso de los autos que vienen en sentido perpendicular, es decir, en el cruce. En pocos minutos, el semáforo cambia a verde; ¿que hacemos?: avanzamos hasta quedar pegados al auto que estaba frente a nosotros, obstaculizando también la vía, obstaculizando el tránsito de los automóviles que inevitablemente obsctulizarán el transito en el cruce que está detrás de ellos, que obstaculizarán otros cruces y que en algún momento, obstaculizarán nuestro propio avance. No importa qué esté ocurriendo delante de nosotros, cuando la luz del semáforo cambia a verde, nosotros avanzamos SIN IMPORTARNOS OTRA COSA. Y si no avanzamos, nuestro vecino de atrás se encargará de tocarnos corneta de manera tan desagradable que tenemos que hacerlo.

¿Qué es lo ilustrador de este caso?

El hecho de que la gran, inmensa, abrumadora e imperante mayoría de personas hagan eso, evidencia una clara desidia y desinterés por la globalidad de las situaciones (no nos importa lo que pase al conjunto sinó lo que nos pasa a nosotros mismos, nada más); es por lo tanto, un desinterés por lo que le pase a los demás. Al avanzar cuando la cola está todavía obstaculizando el cruce, estamos olvidando la manera en la que se desenvuelve el tráfico, estamos olvidando que dejando circular a los otros automóviles, estamos permitiendo que el tráfico que obstaculiza nuestro tránsito se descongestione, estamos olvidando que existen personas que también están en la cola. No nos importa otra cosa que nuestro bienestar PERSONAL o FAMILIAR inmediato.

Otros ejemplos de esto pueden ser:
a.- Circulamos por el hombrillo en autopistas, para llegar más rápido que los demás, sin importar que probablemente causemos un embotellamiento si encontramos algún auto accidentado en el mismo hombrillo.
b.- Observamos a otras personas botar basura en la calle y no nos preocupamos, así como también muchisimas veces botamos basura en la calle pensando que es "la calle" que no es "nuestra calle", que es la calle de otros, que es simplemente "la calle". Muchas veces he oido "le estoy dando trabajo a la gente del aseo urbano" (sin comentarios ). Sentimos que las instalaciones públicas NO son de nosotros y por lo tanto, NO son nuestra responsabilidad, sinó de los demás, del gobierno.
c.- Sólo reclamamos si alguien se "colea" en una cola cuando lo hace frente a nosotros, jamás cuando lo hace por detrás.
d.- Observamos tranquila y curiosamente cuando a alguien le ocurre un incidente en la calle como un asalto, un accidente menor; nos quedamos mirando, observamos tranquilamente sin detenernos ayudar cuando a nuestros concuidadanos le ocurren la mayoría de sus desgracias cotidianas, luego, al avanzar unos pocos metros, se nos olvida. He presenciado como un grupo de vendedores de perro calientes de Plaza Venezuela observa a los ladrones desvalijar automóviles sin decir absolutamente nada, sin permutarse ni avisar a los cuerpos policiales. En conclusión, Sólo clamamos por justicia social cuando esta nos afecta directamente a nosotros o a nuestros familiares.

2.- Sólo nos interesa NUESTRO PORVENIR, no el de la nación, no el de nuestra comunidad, no el de nuestra urbanización. En conclusión: Los venezolanos no podemos ponernos de acuerdo porque pareciera que NO EXISTIMOS como pueblo.

No tenemos consciencia de comunidad y no podemos pensar en función de una totalidad, no tenemos una consciencia NI una cultura globalista - abstracta - comunitaria sino una cultura individualista - concreta - a corto plazo. Tenemos como moderadoras de nuestra conducta cívica las siguientes consignas: "primero yo y los demás que se jodan". - "a mi nadie me va a venir a joder".

3.- Si no podemos ponernos de acuerdo, si no somos un país, es TOTALMENTE IMPOSIBLE elegir a una persona que ni nos conoce ni conocemos para que represente ante otras personas que ni nos conocen ni conocemos, unos "intereses" que no existen como "nuestros" porque nosotros mismos no sabemos cuáles son ni quénes somos. Para que una democracia funcione, sus integrantes deben tener consciencia de comunidad, consciencia de que sus problemas y sus beneficios están directamente relacionados con los de la comunidad, que el bién público es también bien individual y que la responsabilidad compartida es un medio de consciencia legítimo. Esto requiere una consciencia global, una consciencia o preocupación acerca del "todo"... que definitivamente no tenemos.

4.- Al votar estamos nombrando a alguien para que resuelva nuestros problemas; estamos eligiendo a alguien con la esperanza de que nos haga vivir mejor... pero no a "nosotros" como "venezolanos" sinó a nosotros... cada uno de nosotros.

Votamos por un acto egoísta de deseo de superación económica y material que está caracterizado por la AUSENCIA total de una consciencia global, de comunidad, de país.

¿Cómo se demuestra esto?.
Tan simple como: Preguntense a uds. mismos y a sus amigos las razones por las cuáles están votando o van a votar pos los candidatos de su preferencia... Ahora pregúntense: ¿Qué tipo de razones son éstas? ¿Están fundadas con datos históricos y políticos, bajo un conocimiento producto de un estudio a consciencia de la situación y de los currículums de dichos candidatos? ¿De verdad CONOCEMOS a nuestros candidatos? ¿O nos estamos dejando llevar por la imagen proyectada a través de los medios de comunicación y de nuestras propias impresiones y expectativas personales? ¿Quién puede venir a decir que está votando por algún candidato porque SABE cómo es en realidad, porque CONOCE su ideología política y su plan de gobierno completamente o en su mayoría y está de acuerdo con éste?. el que lo sepa, que tire el primer e-mail.

La verdad es que votamos por las mismas razones por las que elegimos a un equipo de futbol o baseball en algún evento como un mundial o la liga nacional, las mismas razones por las cuáles elegimos alguna candidata en un concurso de belleza, la razón por la que elegimos el nombre de nuestros niños. Definitivamente éstas son razones meramente emocionales, que no están basadas sinó en la subjetividad, no en una proyección y evaluación de las situaciones luego de un conscienzudo estudio de los antecedentes. Claro, no tenemos que hacer tal cosa para elegir el color de un carro, o de ponerle el nombre a nuestros hijos... pero ¿creen que pasa lo mismo con nuestros candidatos a la presidencia de la república?.

Elegimos nuestro futuro de la misma manera que elegimos nuestra ropa. ¿Por qué?, porque no nos importa nuestro futuro como país, sinó como personas. Por que NO EXISTEN VENEZUELA NI LOS VENEZOLANOS más alla del territorio. Solo Existimos personas queriendo estar mejor individualmente.