Ayer, poco después de leer eso, yo compartí un viejo post que escribí sobre la brecha entre los padres y los no padres, que junto a la colección de comentarios y correos electrónicos y amenazas de muerte que recibo cada vez que publico algo, parece bastante claro que una más no hará la diferencia.
Si usted ha leído ese viejo post mío o no, probablemente asuma que estoy indignado por el restaurante por su política de "no se aceptan niños ruidosos", al igual que muchos de mis compañeros padres. Pero yo realmente no tengo un problema con eso. Hasta lo defiendo.
Lo gracioso acerca de los padres: odiamos a los niños.
Nadie odia más a los niños, que los padres: NADIE.
Aclaro: no obstante el hecho de que yo bromeo mucho acerca de no soportar a mis propios hijos es completamente falso, los amos más que a nada y no dudaré en caerme a golpes con alguien si tratan de burlarse de ellos, o de hacerles daño, de ninguna manera. Como dice Buzz Ligthyear los amo "Al infinito y más allá", incluso si a veces desearía poderlos lanzarlos al infinito (y más allá).
Pero eso no quiere decir que me encanta tu hijo. O su hija. o inclusive su perro o gato que llama "hijo", usted bicho raro!
Llegar a ser padre te cambia la perspectiva sobre un montón de cosas. Una de las principales cosas que cambia es cómo se siente acerca de los otros padres. A pesar de mi resistencia a la adhesión a la crianza de los hijos "Robots", y mi renuencia a entregar mi identidad a la etiqueta de que todo lo que se hacen llamar "Papá". Cuando me convertí en un padre no podía dejar de identificarme con los demás miembros de mi tribu. Y, de repente, sentía empatía con ellos.
Antes de que tuviera mis propios niños, no sólo me resultaba imposible empatizar con una madre agobiada o un padre estresado tratando de controlar a un niño pequeño con un horrible berrinche, ni siquiera me molestaba en tratar de simpatizar con ellos de "lejos". No sólo les echaba la culpa, por no ser capaz de controlar a sus hijos, o por ser padres de "título" no más, o uno cuyo muchacho ingrato era muy detestable en el mundo. Era ingenuo e intolerante y bastante asqueroso. Y una vez tuve una ingrata niña odiosa y rebelde de mi propia sangre para hacerme frente, me desperté. Estaba completamente equivocado!.
Dejé de culpar a los padres y comencé a poner la culpa donde pertenece: en los niños.
Los niños son odiosos. Y hay muchos niveles de niños odiosos en el mundo, hay los que odias a simple vista y otros que después de un tiempo, llegas a la misma conclusión.
No es culpa de ellos, la mayoría de las veces; son sólo niños. Pero eso no necesariamente quiere decir que sea culpa de los padres. Una vez más: ¡SON EXACTAMENTE CULPA DE LOS NIÑOS!. Obviamente, hay excepciones: si su hijo va gritando en público y tu está almorzando alegremente, ajeno o indiferente a la interrupción/destrucción de tu hijo, y ni siquiera te molestas en corregir o al menos contener la situación, entonces, Usted es el problema. Pero suponiendo que usted es un padre atento cuyo único interés es que su niño logre lo mejor de si, entonces, Usted obtendrá nada más que mi total simpatía.
Pero odio a sus hijos. Y yo no quiero estar cerca de ellos. Voy a tolerarlos, y voy a empatizar con lo que estás pasando porque yo he pasado por lo mismo, pero eso no significa que voy a estar feliz por eso. Los padres merecen un tiempo lejos de los niños tanto como los no-padres, lo merecen (y si no, más.)
Es por eso que un restaurante que prohíbe los niños está "OK" conmigo. Y apuesto a que usted se sorprenderá de cómo muchos padres están de acuerdo también.
Con el debido respeto, las personas que atacan a los bloggers de padres cada vez que no entienden una broma, les comento algo serio: nadie odia a los niños más de lo que lo hacemos los padres.
¿Crees que estamos molestos con los restaurantes y aviones y tiendas que prohíban niños ruidosos? Vivimos con ellos. Nos ocupamos de ellos todos los días. Nadie necesita un descanso de ellos más que nosotros. A pesar de toda la polémica y revuelo, apuesto a que el restaurante ese en EEUU está abarrotado de padres este fin de semana pasado. Padres que dejaron a sus hijos con una niñera y corrieron hacia el oasis sin hijos que este restaurante se ha convertido.
(Lo sé, lo sé, hemos tomado la decisión de tener hijos, es nuestro problema, tenemos que dejar de infligir culpa a nuestros hijos y pagarla con otras personas Cool, hombre ¿Besas a tu madre con esa boca llena de intolerancia..?)
Sí, soy un padre. Y amo a mis hijos. Y entiendo cómo los niños a menudo pueden ser difíciles. Así se logra un juicio de mi parte. Pero tampoco criticaré a una empresa que opta por dibujar una línea. Porque recuerdo lo que era el no tener hijos, y antes de convertirme en uno de los padres, es comprensible que usted puede querer tomar ventaja de los beneficios de ese estilo de vida sin hijos. Dios sabe cuando tengo una oportunidad de salir sin los niños, Yeli y yo, no vamos a ir a "Fantasy Park".
(Sé que es difícil de creer, pero los padres y lo "no-padres" somos personas, y aunque ninguno de los grupos se merece un trato especial, ambos grupos tienen los mismos derechos. Todos podemos llevarnos bien y coexistir e incluso compartir espacio en lugares públicos, como aviones y restaurantes y salas de cine. La clave es no ser un idiota intolerantes, el uno al otro.)
Así que yo estoy a favor de la prohibición de los niños de vez en cuando en los restaurantes. (Énfasis en el "ocasional". No tengo ningún problema en llevar a mi hijo a un lugar a comer de vez en cuando, y que deba irme cuando se convierte en un problema. Si todos los restaurantes de repente fueran anti-niño, allí si sería horrible!) Claro, puede ser un poco incómodo, ya que ni las niñeras ni el dinero crecen en los árboles. Pero esto es Latinoamérica, tenemos un montón de opciones. Después de tener una preparación mental que me permite tener tantos niños como quiera, puedo aceptar el hecho de que hay gente que quiere vivir sin ellos, incluso si es sólo por unas horas.
Más apoyo para los dueños de ese restaurante. Pero ellos no deben esperar una invitación a la fiesta de cumpleaños de mis hijos
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