19 jul 2013

Sophia y Fabian abrazados

Sueños tramposos

Hace poco leí la autobiografía de Keith Richards. Lo que leí, me hizo aprender más acerca de algunas grabaciones de algunos de los discos de la banda, y sobre cómo sobrevivió con tantas drogas, pero lo más importante es que me hizo pensar en lo que haría si mi hija decidiera que quería ser un guitarrista. Al describir su infancia, Keith nunca habla de lo que sus padres pensaron sobre su elección de carrera, para hacer parecer que no eran más que simples espectadores, mientras él perseguía su sueño. Tal vez estaban de acuerdo, tal vez no, tal vez él no recuerda quienes eran sus pares por tanta droga. Pero si me hizo pensar.
Keith Richards tocando la guitarra
Yo todavía no sé cuáles serán los sueños de mi hija, pero tengo la intención de apoyarlos de la mejor manera. La cosa es que, como padre estoy seguro de tener una perspectiva diferente sobre su vida y sus sueños de lo que ella la tiene. Sobre todo porque, en virtud de la edad y el haber vivido más, tengo un poco de perspectiva, que puede ser valioso y perjudicial. Los niños y jóvenes generalmente están en desacuerdo con esta afirmación.

Esta es la fuente de conflicto.

Mi hija le encanta tocar la guitarra de juguete (y la batería de juguete, y su teclado de juguete y sus maracas de juguete, y con su micrófono de juguete...). Y yo, como alguien que apenas puede pasar más de un par de horas sin escuchar su iPod (y que soy un completo sordo, musicalmente hablando), me siento muy contento que le guste la música tanto como lo demuestra. Confío sinceramente en que mantenga su entusiasmo a medida que crece, y quiero que aprenda realmente a tocar versiones reales de algunos de esos instrumentos. Bueno no de las maracas, no por favor.

Por otra parte, a pesar del hecho de que lo primero que pienso cuando la veo tocar su guitarra de juguete es casi siempre: BASTA DE TOCAR ESA COSA IMPRESIONANTE, mi segundo pensamiento a menudo es: Vaya, espero que no crezca con ganas de ser músico. Porque eso no es una forma realista de ganarse la vida.

Mi hija todavía tiene dos años de edad, por lo que hay días que está más interesado en correr desnuda y comer servilletas que en perseguir sus sueños de ser alguien en el rock and roll. El Kindergarten es uno de esos años de juegos para ella, y nosotros estamos en una buena década, más lejos de la escuela secundaria y la universidad y todo el estrés que viene de ayudar a planificar su futuro. Tiene un largo camino por recorrer antes de que sepa lo que es bueno, y sepa lo que quiere hacer con su vida (aunque llegue a dudarlo aún a los cuarenta! Como su padre). No hablamos de anunciar que va a salir de la escuela para tratar de lograr un contrato de grabación. Pero espero que decida lo que quiere ser relativamente rápido, y que cuando lo haga, tenga el norte de su objetivo para que luego lo lleve a cabo. En mi experiencia, las personas que hacen eso son algunas de las personas más felices del mundo. También son poco comunes.

Lo más probable es que le va a tomar algún tiempo, explorar algunas opciones, y algunos intentos fallidos antes de que su camino sea claro, y esos años son a menudo los más difíciles para los padres. Se encuentran en una cuerda floja entre tratar de dar a sus hijos una infancia feliz y apoyarlos en sus deseos y sueños de caviar y champán, y al mismo tiempo asegurarse de que tengan las habilidades prácticas que necesitan para tener una básica estabilidad aburrida y satisfactoria. Y eso no es una cuerda floja fácil de caminar. Las cosas que un adolescente tiene que hacer para tener éxito no son por lo general las cosas que un adolescente quiere hacer ahora. Y sin el beneficio de la experiencia y perspectiva, es casi imposible convencer a un niño que lo sabe todo* (*nada) y que debe escuchar su alma* (padres).

La toma de conciencia de esta información siempre se hace tarde - darse cuenta de que sus padres tenían razón sobre la necesidad de prepararse para el futuro - en realidad no se dan cuenta hasta que realmente es muy tarde. Tal es la maldición de la juventud y de la crianza de los hijos.
¿Recuerdan esas películas de la década de 1980 con temas de BMX? (A quién estoy engañando: Por supuesto que la recuerdan.) El protagonista está desesperado para inscribirse en una carrera de Bicicross, pero las rondas de clasificación son el día mismo día que su prueba de ingreso a la Universidad! Y madre, no está de acuerdo. No importa que el chico pueda tomar la prueba de ingreso a la Universidad en seis meses, su madre cree que está perdiendo su tiempo en actividades infantiles y quiere que se concentre en su futuro hoy. El no comprende por qué ella no entiende que BMX es su futuro, y no entiende que en realidad podría tener éxito. ¿Cuál es la mentira acá?. Hay una gran diferencia entre el apoyo a su hijo incondicionalmente y apoyar a su hijo después de que todo salga bien. Pregúntale a Eminem.

Pero no es un equilibrio fácil para un padre.

El desafío consiste en apoyar los sueños de sus hijos mientras se asegura de que no se quemen en el camino. Pero, ¿cómo pueden los padres fomentar un plan de back-up que es lo mejor para ellos, sin hacer sentir que estás traicionando las creencias de tu hija? Porque incluso si mi hija tiene talento para tocar la guitarra, o lanzar una pelota, o comer un montón y un montón de perros calientes, el talento por sí solo no es suficiente para convertirse en una estrella de rock o un gran pitcher o un comedor competitivo. E incluso si tiene la habilidad y la dedicación y se compromete con sus meta, nunca es suficiente. A menudo requieren suerte, y un descanso o dos. Eso es lo que los hace poco prácticos. Es por eso que no pueden ser de mayor el próximo Keith Richards. Y es por eso que los padres siempre quieren que sus hijos tengan otras habilidades, en el caso de que el plan A, falle.

Y luego está la cuestión de lo que el plan back-up pueda costarle al niño. Tal vez la supuesta traición le hará dudar de sí mismo, tal vez el tiempo que lleva lejos de perseguir su sueño de hacer su tarea será perjudicial en su capacidad para lograrlo. Pero incluso con la posibilidad de que tales consecuencias negativas, los padres necesitan cubrir las apuestas de sus hijos, por lo menos un poco. Sé que es importante preparar a mi hijo para el futuro, pero quiero desesperadamente hacerlo sin que él pague un precio demasiado alto en el presente, o tener que sacrificar sus sueños.

Después de haber llegado, (a admitir) de que mis padres casi estaban en lo cierto, y habiendo llegado recientemente al puesto de padre, estoy seguro de que se va a repetir este viejo ciclo de la sabiduría frente a la juventud, todavía puedo ver los dos lados de la moneda. Sí, me emociono cuando mi hijo toca “Cambur pintón” en su pequeña guitarra, pero también me preparo para que un día le voy a estar diciendo que deje de lado esa estúpida guitarra y terminar su tarea de mandarín. Sólo espero que encuentre la manera de encontrar un buen equilibrio entre mí lado apaciguando y me mantenga fiel a sus creencias.

Porque yo le hice caso a mi padre cuando me dijo que estudiara computación, pero no le hice caso en que tomara clases de Chino, es la razón del porque estoy sentado escribiendo blogs en ​​el medio del día. Pude haber estado trabajando en Iphone, pero bueno, creo que 50% de mi decisión fue acertada.

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